"El pueblo unido jamás será vencido". Esa parece la consigna de todos los jugadores de la Primera División colombiana. Se unieron a protestar por los horarios que consideraron inhumanos, y alcanzaron la meta. El FPC vuelve a su horario habitual.

"Fue una protesta pacífica que fue bien escuchada por la Comisión y la Federación Colombiana de Fútbol, gracias a Dios se cumplió el objetivo", manifestó Jorge Arias, defensa Tiburón.

Aunque se jugó de día, no hubo calor en las tribunas, sí en  el campo y los atletas lo padecieron.

"La petición de los jugadores fue esa , que se cambiaran los horarios porque era muy difícil jugar en Monteria o aquí", aseguró Vladimir Hernández.

Mientras que otros simplemente piensan en jugar, aunque agradecen que la costumbre retorne. "Se vuelve a lo que estamos acostumbrados, nosotros a jugar al mismo ritmo que venimos y a hacer las cosas bien".

Las luces de los estadios se vuelen a prender, tras colaborar con la crisis energética,  a partir de la fecha 14.